La Educación Integral en Sexualidad (EIS) es un proceso basado en un currículo para enseñar y aprender sobre los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Su objetivo es preparar a los niños, las niñas y los y las jóvenes con conocimiento, habilidades, actitudes y valores que los empoderarán para: relaizar su salud, bienestar y dignidad; desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas; considerar cómo sus decisiones afectan su bienestar y el de los demás; y entender cuáles son sus derechos a lo largo de sus vida y asegurarse de protegerlos.
[Fuente: UNESCO. 2018. Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad, pp. 16-17.]
Según el país o la región, la EIS puede recibir otros nombres. Puede ser denominada como educación sobre “competencias para la vida”, sobre “vida familiar” o sobre “VIH”. A veces se le denomina “educación sexual holística”. Es importante verificar con los ministerios qué términos utilizan para referirse a la EIS, especialmente porque aquellos basados en el contexto pueden decirnos cuál es el enfoque más eficiente para adoptar a la hora de asociarse con estos ministerios y de apoyarlos.
La EIS:
- se imparte en entornos formales y no formales, en la escuela o fuera de la escuela;
- es científicamente rigurosa y se basa en investigaciones, hechos y evidencia;
- es progresiva, pues comienza en una temprana edad con el contenido y las competencias fundamentales, con información nueva que utiliza con base en conocimientos previos, mediante un currículo“en espiral” que retoma los mismos temas en un nivel más avanzado cada año;
- es adecuada a la edad y al desarrollo, con contenido y capacidades que se vuelven más abstractos o explícitos según la edad y el nivel de desarrollo de los y las estudiantes; también debe ajustarse a la diversidad en el desarrollo, adaptándose para estudiantes con diferencias a nivel de desarrollo cognitivo y emocional;
- se basa en un currículo, por lo que sigue un plan escrito que contiene objetivos clave de enseñanza y aprendizaje, y la entrega de contenido y capacidades claros de manera estructurada;
- es integral y abarca mucho más que solo comportamientos sexuales.
El aspecto integral de la EIS se refiere a la amplitud, la profundidad y la coherencia de los temas, en contraste con lecciones o intervenciones no recurrentes. La EIS aborda cuestiones de la salud sexual y reproductiva, incluidas, entre otras:
- anatomía y fisiología sexual y reproductiva;
- pubertad y menstruación;
- reproducción, anticoncepción, embarazo y parto;
- ITS, como el VIH y el SIDA.
La EIS también comprende aspectos psicológicos, sociales y emocionales relacionados con estos temas, incluso aquellos que pueden ser complejos en algunos contextos sociales y culturales. Apoya el empoderamiento de los y las estudiantes mediante la mejora de sus competencias analíticas, comunicativas, y otras competencias para la vida para su salud y bienestar en relación con:
- la sexualidad,
- los derechos humanos,
- una vida familiar y unas relaciones interpersonales sanas y respetuosas,
- los valores personales y comunes,
- las normas culturales y sociales,
- la igualdad de género,
- la no discriminación,
- el comportamiento sexual,
- la violencia de género y otros tipos de violencia,
- el consentimiento y la integridad física,
- el abuso sexual y las prácticas nocivas, tales como el matrimonio infantil, precoz y forzado, y la mutilación o ablación genital femenina.
Valores clave de la EIS
- Enfoque en los derechos humanos
-
La EIS se basa y promueve los derechos humanos universales para todos, incluidos niños, niñas y jóvenes. Hace énfasis en los derechos de todas las personas a la salud, educación, igualdad de información y no discriminación. Aumenta la concienciación entre los y las jóvenes de que tienen derechos propios, y de que deben reconocer y respetar los derechos de otros, y abogar por aquellos a quienes les violan sus derechos.
- Igualdad de género
-
Integrar una perspectiva de género a lo largo del currículo de EIS es fundamental para lograr programas de EIS eficaces. La EIS analiza cómo las normas de género pueden influir en la desigualdad, y cómo esta puede afectar la salud y el bienestar general de niños, niñas y jóvenes, así como también los esfuerzos para prevenir problemas como el VIH, las ITS, los embarazos precoces y no deseados, y la violencia de género. La EIS contribuye a la igualdad de género al crear conciencia sobre la centralidad y la diversidad de género en la vida de las personas; al examinar las normas de género moldeadas por las diferencias y similitudes culturales, sociales y biológicas; y al incentivar la creación de relaciones respetuosas e igualitarias basadas en la empatía y la comprensión.
- Relevante a nivel cultural y adecuada al contexto
-
La EIS debe dictarse en el contexto del rango de valores, creencias y experiencias que existen dentro de una cultura en particular. Les permite a los y las estudiantes revisar, comprender y desafiar la forma en que las estructuras, las normas y los comportamientos culturales afectan sus decisiones y relaciones en distintos contextos.
- Transformadora
-
La EIS afecta a culturas y comunidades enteras, no solo a algunos o algunas estudiantes en particular. Puede contribuir al desarrollo de una sociedad justa y compasiva mediante el empoderamiento de individuos y comunidades, la promoción del pensamiento crítico, y el fortalecimiento del sentimiento de ciudadanía en los y las jóvenes. Les da poder a los y las jóvenes para hacerse responsables de sus propias decisiones y comportamientos, y de cómo estos pueden afectar a otros. Forja competencias y actitudes que le permiten a los y las jóvenes tratar a otros con respeto, aceptación, tolerancia y empatía, sin importar su etnia, raza, situación social, económica o migratoria, religión, discapacidad, orientación sexual, identidad o expresión de género o características de género.
- Desarrollar la autoeficacia
-
La EIS le enseña a los y las jóvenes a reflexionar y tomar decisiones con base en la información, de comunicar y negociar de manera eficaz y de demostrar asertividad. Estas aptitudes ayudan a niños, niñas y jóvenes a formar relaciones respetuosas y saludables con familiares, pares, amigos y parejas románticas o sexuales
[Fuente: UNESCO. 2018. Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad, pp 16-17.]
La “sexualidad” se define como “una dimensión central del ser humano que incluye: el conocimiento del cuerpo humano y nuestra relación con este; lazos afectivos y amor; sexo; género; identidad de género; orientación sexual; intimidad sexual; placer y reproducción. La sexualidad es compleja e incluye dimensiones biológicas, sociales, psicológicas, espirituales, religiosas, políticas, legales, históricas, éticas y culturales que evolucionan a lo largo de una vida.”
[Fuente: UNESCO. 2018. Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad, p. 17.]
La palabra “sexualidad” tiene diferentes diferentes significados en distintos idiomas y en diferentes contextos culturales. Se deben considerar los siguientes aspectos de sexualidad en el contexto de la EIS, teniendo en cuenta un número de variables y la diversidad de significados en diferentes idiomas:
- La sexualidad refiere a la persona y a los significados sociales de las relaciones interpersonales y sexuales, además de los aspectos biológicos. Es una experiencia subjetiva y parte de la necesidad humana de intimidad y privacidad
- Al mismo tiempo, la sexualidad es una construcción social que se entiende mejor dentro de una variabilidad de creencias, prácticas, comportamientos e identidades. “La sexualidad se forma al nivel de prácticas individuales y por los valores y las normas culturales” (Weeks, 2011)
- La sexualidad está vinculada con el poder. El límite supremo de una persona es la posibilidad de controlar su propio cuerpo. La EIS puede abordar la relación entre sexualidad, género y poder, y sus dimensiones políticas y sociales. Esto es particularmente apropiado para los estudiantes de más edad
- Las expectativas que rigen el comportamiento sexual varían ampliamente dentro de todas las culturas. Algunos comportamientos son aceptables y deseadas mientras que otras se consideran inaceptables. Esto no significa que estas conductas no ocurran, o que se deban excluir de la discusión dentro del contexto de la educación en sexualidad
- La sexualidad está presente a lo largo de la vida, se manifiesta en maneras diferentes e interactúa con la madurez física, emocional y cognitiva. La educación es una herramienta importante en la promoción del bienestar sexual y en la preparación de los niños y jóvenes para que tengan relaciones saludables y responsables en etapas diferentes de su vida
[Fuente: UNESCO. 2018. Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad, p. 17.]
Desde un punto de vista holístico y positivo:
- La salud sexual se refiere al bienestar, no simplemente a la ausencia de enfermedades.
- La salud sexual implica respeto, seguridad, y la ausencia de discriminación y violencia.
- La salud sexual depende de la satisfacción de ciertos derechos humanos.
- La salud sexual es importante durante toda la vida de un individuo, no solo para aquellos en edad reproductiva, sino también para los y las jóvenes y las personas mayores.
- La salud sexual se expresa a través de diversas sexualidades y formas de expresión sexual.
- La salud sexual se ve influenciada de manera significativa por las normas, los roles, las expectativas y las dinámicas de poder de género.
- La salud sexual debe entenderse dentro de contextos sociales, económicos y políticos específicos.