Distintas regiones han demostrado liderazgo en la implementación de la EIS, desde manifestar una mayor voluntad política, hasta crear e invertir en programas de EIS:
- Europa Occidental fue pionera en la implementación de programas de educación sexual escolares hace 50 años. Países como Suecia, Noruega y los Países Bajos, con una larga trayectoria de programas de educación sexual en las escuelas, tienen una tasa de natalidad en adolescentes considerablemente más baja que la de los países de Europa Oriental y Asia Central, donde la discusión abierta en las escuelas sobre cuestiones relacionadas con la sexualidad y los derechos en materia de salud sexual y reproductiva (SRHR) sigue siendo un tema más sensible.
- En Europa, la Oficina Regional de la OMS elaboró Estándares de educación sexual para Europa, lo que proporciona un marco de apoyo para los y las responsables de la formulación de políticas, autoridades de educación y de salud y demás actores en la implementación de estándares de calidad para la educación sexual en toda la región.
- El compromiso ministerial con la educación integral en sexualidad y los servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes en África Oriental y Meridional (AOM) ha sido avalado por 21 países en la región de África Oriental y Meridional.
- En América Latina y el Caribe, los ministros de salud y de educación declararon su compromiso con la educación sexual a través de la Declaración Ministerial Prevenir con Educación firmada en el 2008. Los gobiernos se comprometieron a integrar estrategias y asegurar la coordinación interdepartamental, y acordaron implementar y reforzar “estrategias multisectoriales de la educación integral en sexualidad y la difusión de la salud sexual, inclusive la prevención del VIH y de las ITS”. En el informe Políticas educativas, jóvenes y sexualidades en América Latina y el Caribe: las luchas feministas en la construcción de la agenda pública sobre educación sexual se detalla más información sobre la EIS en América Latina y el Caribe.
- La región Asia-Pacífico históricamente ha tenido un entorno de políticas favorable para la implementación de la educación en VIH, y la mayoría de los países integran una educación sexual más amplia en sus estrategias nacionales sobre el VIH. El compromiso de la Conferencia sobre la Población y el Desarrollo en Asia y el Pacífico en el 2013 se centró en garantizar los SRHR para todos, en especial para las poblaciones más pobres y marginalizadas, y reconoció la necesidad de contar con los recursos adecuados para los programas de educación sexual.
- Asia-Pacífico: las estrategias o planes nacionales sobre el VIH de 21 de los 25 países se refieren al rol de la educación; la mayoría estaba dirigida a los y las jóvenes escolarizados, mencionaban el desarrollo de capacidades en los y las docentes, y promovían la educación en VIH y competencias para la vida. Cambodia y Papúa Nueva Guinea establecieron políticas sobre el VIH para el sector de educación.
- Europa Oriental y Asia Central: todos los países que formaron parte de la evaluación cuentan con políticas nacionales que apoyan la EIS, excepto Uzbekistán, Kazajistán y la Federación Rusa, lo que proporciona la piedra angular para brindar educación en salud basada en competencias para la vida, siendo central la educación sobre VIH y SSR.
- África Occidental y Central: La mayoría de los países que fueron evaluados tienen políticas en el sector de educación en VIH y SIDA, las cuales se completan con estrategias que generan un entorno propicio para impartir educación basada en competencias para la vida sobre el VIH y la sexualidad. Los estudios SERAT indican que 12 de 13 países cuentan con un plan que apoya la implementación de programas de educación sexual.
- América Latina y el Caribe: en el 2008, los ministros de salud y de educación firmaron una declaración que ratificaba el mandato a nivel nacional sobre la educación en sexualidad y VIH en las escuelas, además de promover una mayor disponibilidad de servicios de salud reproductiva orientados a los y las adolescentes.
- África Oriental y Meridional: los ministros de salud y educación de 20 países ratificaron y avalaron el compromiso ministerial con la EIS y los servicios de SSR para adolescentes y jóvenes en diciembre del 2013, mediante el cual se establecen objetivos específicos para garantizar el acceso de todas las personas jóvenes a la educación en VIH y sexualidad integral, de excelente calidad y basada en competencias para la vida, y a servicios de salud adecuados orientados a toda la juventud.
A finales del 2018, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Ghana publicó orientaciones sobre la educación integral en sexualidad y la salud reproductiva en los programas escolares y comunitarios, con el fin de que los y las docentes pudieran impartir dichos programas “con confianza y empatía”. Ciertos cambios significativos en el contexto económico y social, incluido el papel cada vez más importante de los medios sociales, impulsaron la elaboración de estas orientaciones, que constan de 9 módulos y 60 temas organizados por nivel educativo y edad. Estos módulos pueden enseñarse como una asignatura independiente o integrarse en diferentes asignaturas de la enseñanza primaria y del primer y segundo ciclo de secundaria.
Para elaborar estas orientaciones se realizó un examen previo del currículo en Ghana y en otros países seleccionados, como entrevistas, ejercicios de validación y amplias consultas. El gobierno y el UNFPA también establecieron contactos con los medios para dar a conocer las orientaciones al público general e instar a los periodistas a que ofrecieran una cobertura más responsable de los asuntos relacionados con las adolescentes.
En reconocimiento de los líderes religiosos del país, que constituyen unas de las principales partes interesadas en cuestiones de salud sexual y reproductiva, se celebró una cumbre nacional en el año 2018 en la que también abordó la aplicación de las orientaciones. Al término de la cumbre, estos se comprometieron a fortalecer el intercambio de conocimientos y los esfuerzos de promoción con respecto a la educación integral en sexualidad.
Fuente: Servicio de educación de Ghana (2018), UNFPA (2018a; 2018b).
[Fuente: Equipo del Informe GEM. 2019. Encarar los hechos: el caso de la educación integral en sexualidad, p.12.]
Escocia elaboró un marco normativo que sitúa la salud y el bienestar en el centro del currículo escolar y del aprendizaje de los niños y las niñas, junto con la lectura, la escritura y la aritmética. Dicho marco es respaldado por la legislación y las políticas, incluida la Ley sobre Niños y Jóvenes de 2014, que tiene por objeto mejorar el bienestar de los niños, niñas y jóvenes mediante el reconocimiento sistemático y coherente de sus derechos, de conformidad con la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. En el marco del Currículo para la Excelencia, se espera que todos las y los docentes, sin importar la asignatura que enseñen, así como todo el personal no docente, aborden la salud y el bienestar, la lectura, la escritura y la aritmética en sus lecciones y trabajos prácticos.
El currículo en materia de salud y bienestar abarca las relaciones, la salud sexual y la paternidad y maternidad. Su uso está basado en ocho indicadores que definen el bienestar de un niño o una niña: protegido, saludable, capaz, atendido, activo, responsable, respetado e incluido. Puesto que cada niño y cada niña es un individuo único, no existe un “nivel” establecido de bienestar que los niños y las niñas deban alcanzar. En cambio, los indicadores tienen por objeto responder a las necesidades de las y los alumnos de manera totalmente personalizada, asegurando al mismo tiempo la coherencia en la forma en que los docentes consideran la calidad de vida de cada alumno. Ello le permite a los y las docentes adaptarse no solo al contexto local, sino también a las circunstancias particulares de los y las estudiantes.
La Autoridad Escocesa de Educación reconoce que inevitablemente habrá variaciones en la enseñanza de una escuela a otra, ya que el Currículo para la Excelencia se basa en las necesidades de las y los alumnos a nivel local y tiene en cuenta las prioridades locales en materia de a salud y bienestar. Si bien existen expectativas claras acerca del progreso que deben alcanzar los niños y las niñas, a los y las docentes, los directores y profesionales de la educación se les confiere autoridad para decidir los contenidos que desean enseñar y la manera de impartirlos.
Fuente: O’Neill (2017).
[Fuente: Equipo del Informe GEM. 2019. Encarar los hechos: el caso de la educación integral en sexualidad, p.13.]